La Navidad es para compartirla. Ya sea con amigos o en familia, pero siempre es bueno estar rodeado de gente. En estas fechas, nos acordamos de nuestros seres queridos que ya no están, pero tenemos pensar en los que están allí, con nosotros.
En ésta época compramos regalos, los recibimos, los ponemos debajo del árbol, no importa lo que haya, sino que haya algo. No importa el precio del mismo, importa que alguien se haya acordado de nosotros.
Cuando veo la cara de felicidad de mis hijos abriendo sus regalos, buscando debajo del árbol, al lado de su zapatito, no puedo estar más feliz. Llenan la casa de vida, de alegría, de felicidad, así que por estas personitas son por las que tenemos que festejar la Navidad.
Compartir momentos con los tuyos, mientras todos aportan su granito de arena cocinando, o decorando la mesa, el árbol, poniendo velas, o haciendo el Belén. Son momentos mágicos que se tienen que vivir, con intensidad, con fuerza.
Dicen, que existe el espíritu Navideño, y aunque sólo sea por unos días al año, es bueno "reblandecer" a ciertas personas para que se les invada éste espíritu. Porque ayudar es genial, porque pensar en los demás está muy bien, pero si encima es a gente con menos recursos, entonces es la bomba.
En Catalunya existen varias iniciativas, como por ejemplo la Recogida de Alimentos , que en este caso es el 28 y 29 de Noviembre, donde en los mercados y supermercados, recogen alimentos que luego entregan a la gente necesitada. Cada vez hay más voluntarios, y desgraciadamente más familias para ayudar, pero la solidaridad es tan elevada, que cada año se recogen más alimentos.
Verdad que este año contribuíreis a la causa? Espero que si!
Besos mil, Anna.
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